Equidad, Igualdad y Justicia

 

Cuando la ley me favorece, es buena; pero irónicamente, cuando ésta misma ley me es desfavorable, empiezo a decir que es una aberración convertida en persecución.

Esto es lo que no puede llegar a pensar y mucho menos decir quienes en determinado momento histórico estén en la orilla de donde se deben proponer grandes cambios legales, ¿por qué? Por el simple hecho de que quienes estén a cargo de esta tan delicada función, deben aprender a caminar en una línea delgada llamada HONESTIDAD durante toda su vida privada o pública.

Yo soy abogado, y nunca he estado de acuerdo con la imagen en la que la justicia se tapa los ojos y la balanza se inclina hacia un lado. La justicia debe buscar ser equitativa para que al final del camino se consiga una igualdad tan deseada en una sociedad tan desigual, donde muchas veces está detenido quien tomó un centavo ajeno, mientras que delincuentes de cuello blanco, siguen paseando campantes con sus ilegales ganancias, sin querer decir con esto, que justifico a los primeros y condeno a los segundos, porque quien ha aprendido buenos valores desde su casa, sabe que tomar un centavo ajeno, es igual de malo como tomar miles de dólares.


El problema es que muchas veces, quienes redactan nuestras leyes, primero, desconocen de algo tan básico que un estudiante de derecho aprende en los primeros años de su carrera, como es la supremacía de las leyes y segundo, quienes las redactan, lo hacen de acuerdo a ciertas conveniencias personales o partidistas, quizá yo, empíricamente pueda parar una pared y sin duda no quedará ni un poco parecida a la que podrá levantar un maestro mayor de la obra, porque simplemente yo no soy especialista en ese tema, y el tiene basta experiencia, incluso a veces mas que un arquitecto, porque el arquitecto es especialista en los planos, pero tampoco levantará la pared con la misma eficacia que el maestro mayor de nuestro ejemplo.

Un titulo no te hará sabio sino aplicas el conocimiento en favor de los demás, porque vale la pena recordar un versículo bíblico que dice: al que tiene más, más se le dará, y al que tiene menos, incluso lo que tiene se le quitará, esta es la parábola de los dones, la que sin querer extenderme tanto en su explicación, en resumidas cuentas dice: si no compartes lo que sabes, se te lo quitará, y mientras más compartas lo que sabes, más conocimiento se te dará.

Las leyes deben ser pensadas para proteger y salvaguardar derechos desde el pobre niño que debe lustrar botas para poder llevar dinero a su casa a veces a su madre que tiene 6 niños haciendo lo mismo, hasta el presidente de la república que es la máxima autoridad de un estado, por tanto quienes trabajen en las leyes de cualquier estado, deben ser gente capacitada legal, moral y académicamente con mínimo un título de tercer nivel para generar debates de altura y leyes prospectivas que vayan de acuerdo a los cambios de ese momento y de los que vendrán.

Construyamos juntos desde nuestros hogares, seres humanos más responsables y con buenos valores humanos y morales, porque el cambio de una sociedad, comienza en casa, comienza dentro de cada uno, comienza cuando aprendo a respetar mi turno en la fila del banco, cuando aprendo a respetar a mi mascota, a mi vecino, el cambio se construye con el ejemplo diario.  

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