El líder luchador

atrévete a pensar distinto

La historia nos enseña que las sociedades generan verdaderos líderes de una manera cíclica en el tiempo, pero lo paradójico es que la misma sociedad crea un desequilibrio social el momento en que en su medio se crean más personas esclavas que libres, ¡si!, No leyeron mal, son gente que ha decidido vivir en la esclavitud, gente no sometida por nadie más que por ellos mismos, porque son sus pensamientos los que les ponen los grilletes en su vida y los mantienen en una zona de confort en la que nadie puede negar que si te quedas mucho tiempo en ella, terminas por acostumbrarte sin darte cuenta, y es justamente  en este momento histórico donde deben surgir los verdaderos líderes, pero deben surgir sabiendo que el camino por el que deben transitar es un camino plagado de gente esclava de sus pensamientos, de los pensamientos ajenos y de su comodidad, debe surgir sabiendo que las cosas no serán fáciles y que es muy fácil cambiar una ley, un reglamento e inclusive la constitución de un país, pero que su verdadero reto es romper paradigmas, cruzar las murallas de los pensamientos negativos e implementar nuevos pensamientos de conquista y libertad, ¡si!, de conquista a uno mismo y de libertad para una sociedad que tanto lo necesita; porque, la sociedad no necesita gente esclava, necesita gente pensante, gente generadora de un cambio positivo, gente que asuma el poder en beneficio de los más necesitados y no en su beneficio propio como lo haría cualquier mediocre esclavo que al sentir el dulce aroma del poder y saborear su néctar, lo único que hace es gastar sus energías en poner todas sus fuerzas contra quienes no les sean sumisos o contra quienes quieran pensar distinto, son justamente estos esclavos mediocres que piensan que con una migaja de poder en sus manos, pueden comprar nuevos pensamientos, con una migaja de poder tratan de tapar su estupidez mental aplacando a quienes quieran surgir distinto a ellos, porque ahora ostentan poder y deben ser enaltecidos y venerados según su retorcido pensamientos y sus inclinados valores.

Los verdaderos líderes no desisten, no botan la toalla, simplemente descansan, toman nuevas fuerzas, retroalimentan a diario sus victorias y derrotas, trazan nuevas rutas pero nunca dejan de ver a través de la neblina que encuentran en su camino.

Si quieres llegar a ser diferente, atrévete a pensar diferente, a actuar diferente, atrévete a sufrir más que a sonreír, y atrévete a mantenerte firme a tus principios con una preparación mental, física y espiritual permanente.

No desistas, el camino parece largo y tedioso; pero, ya te atreviste a recorrerlo, ahora no hay vuelta atrás.