El verdadero poder:.

El verdadero poder no se mide por la ropa, el uniforme que uses o lo que ostentes en tu vida:

El verdadero poder se mide en la capacidad que tengamos para mantenernos humildes por más alto que lleguemos, se mide en la capacidad de inclinarnos a dar una mano a quien lo necesite aunque nosotros por dentro estemos sintiendo que no necesitamos una mano sino dos manos para mantenernos de pie, se mide por la sabiduría al actuar, la prudencia al hablar y el aceptar lo pequeños que somos y lo mucho que podemos aprender cada día:.



Comentarios