Miguel Zambrano (L.P.)

  El alfarero tiene el don en sus manos, proyecta primero y luego empieza a plasmar su imagen visual con mucho tacto, paciencia y disciplina, sabe que un mal movimiento o mala coordinación, haría que su resultado no sea el deseado, no puede darse el lujo de parar mientras no se vaya cumpliendo cada paso, dentro del proceso normal, el alfarero sigue pasos ya establecidos: 1.      Selección y amasado. 2.      Producción y secado. 3.      Esmaltado y enfornado. 4.      Cocción y enfriado. En la vida debemos aprender a ser como el alfarero, tener paciencia en el proceso, respetar los pasos que se deben seguir y mejorarlos en cada movimiento si es posible. Esto se aplica en todos los ámbitos de la vida, sean sociales, familiares o profesionales; muchas veces nos podemos desesperar al ver que las cosas no se dan como quisiéramos, pero si aprendemos a respetar los tiempos, con el pasar del mismo, las cosas se irán acomodando cada una en su lugar, lo importantes en jamás perder el ob

La familia está fracturada, y no es por la ideología de género, sino porque no tenemos raíces profundas de fe. Esta fracturada, porque tenemos volteados nuestros valores y prioridades, trabajamos sin descanso por una casa, un carro y unos bienes perecederos, y ponemos nuestro corazón y nuestras metas en esas cosas pasajeras y superfluas.         La familia está herida porque no le inculcamos a nuestros hijos el amor a Dios y al prójimo, porque no aceptamos que nuestros hijos sean personas con defectos y necesitados de corrección. Porque no toleramos que se les llame la atención, y nos comportamos como fieras cuando alguien los llama al orden. Estamos heridos, porque le huimos a la palabra sencillez, porque no aceptamos la austeridad ni la pobreza, porque creemos que tenemos el derecho de ser servidos, pero no nos gusta servir. Porque criamos hijos orgullosos y soberbios al haberles puesto el mundo en bandeja y les robamos la capacidad de aceptar la frustración y la dificultad.        

Hablar de empatía y respeto o de respeto y empatía, en este caso, para mí, como se dice en las matemáticas, el orden de los factores no altera el producto, y el producto que buscamos ahora y cada día, es ser mejores seres humanos, ser mejores cada día para con nosotros mismos y para quienes nos rodean, la empatía como todos conocemos, no es mas que tener la capacidad de ponernos en el lugar de la otra persona y pensar que sentiría yo, si me hicieran lo mismo, pero para lograr esta empatía, necesito respetar lo que la otra persona desde su realidad, desde su verdad, esta realizando, puede ser muy pragmática o no, pero al final del camino esa persona y yo o usted, manejamos cada una nuestra propia verdad de acuerdo a la actitud con la que decidamos enfrentar el día a día. Nadie nos hace daño y eso debemos tenerlo claro, el daño está en la forma en como asumimos lo que nos pasa; Dios en su plan divino, utiliza a buenos y malos para llevarlo a cabo e ir definiendo el destino de cada uno, p